Enfermedades transmitidas por descargas intestinales

Las enfermedades del tracto gastrointestinal, debido a sus métodos usuales de transmisión, son importantes para el Sanitario. Éstas incluyen la fiebre tifoidea, el cólera, la disentería, la poliomielitis, la hepatitis infecciosa, y otras cuantas infecciones parasitarias. La hepatitis infecciosa, aunque es posiblemente transmisible por descargas de la nariz y garganta, puede también ser transmitida por contaminación fecal del agua.

Fiebre tifoidea

La tifoidea es transmitida como resultado de algunos defectos sanitarios serios, y es todavía más prevaleciente que necesaria, considerando que los métodos de transmisión están totalmente entendidos y sujetos a un fácil control. Los portadores juegan un gran papel en la transmisión de esta enfermedad. (ver Figura 3.1) Los portadores femeninos son especialmente peligrosos ya que están más comprometidos en la preparación de la comida. Las epidemias de tifoidea que no son identificables al agua son usualmente debidas a los portadores que infectan la leche y otros alimentos. El control de la fiebre tifoidea incluirá los siguientes cuidados: desinfección de las descargas de los pacientes, examen de los convalecientes para descubrir portadores, obtener el historial de los portadores y alejarlos de la manipulación pública de alimentos; hervir o purificar el agua, hervir o pasteurizar la leche, y una apropiada disposición de los desperdicios.

La vacunación, la cual confiere un grado de inmunidad de la enfermedad, es otra medida preventiva de importancia. La fiebre tifoidea fue anteriormente prevaleciente en los ejércitos, pero la vacunación virtualmente la ha eliminado de las guerras modernas. La vacunación de todas las personas que manipulan alimentos es una mejora que puede ser aplicada en el futuro.

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Figura 3.1 Transmisión de la fiebre tifoidea

Disentería

Existen varios tipos de disentería. La de tipo bacilar es, como su nombre lo indica, causada por el bacilo del género de la Shigella. La disentería amibiana es debida a una ameba, un protozoario o animal unicelular, conocida como Entamoeba histolytica.

Los métodos de transmisión y control son similares a aquellos de la fiebre tifoidea.

Hepatitis infecciosa

Esta enfermedad, también conocida como ictericia, es causada por un virus. El virus está presente en la sangre y en las heces de la persona infectada. Le hepatitis infecciosa tiene una distribución mundial, apareciendo esporádicamente y en epidemias. Es más común en áreas rurales y entre los niños y adultos jóvenes. Medidas de control llaman a una apropiada disposición de las excretas y tratamiento del agua para destruir el virus.

Cólera

Es una enfermedad bacteriana intestinal aguda que se caracteriza por comienzo repentino, diarrea acuosa y profusa, vómitos ocasionales, deshidratación rápida, acidosis y colapso circulatorio. El organismo responsable de la enfermedad es el Vibrio cholerae. Son comunes los casos leves en que sólo hay diarrea, particularmente en niños. En los casos graves no tratados el sujeto puede morir en el término de horas y la tasa de mortalidad exceder del 50%; con tratamiento apropiado la tasa es menor del 1%.

Los síntomas son:

- Mucha diarrea líquida

- Vómitos y a veces calambres musculares

- Deshidratación rápida: pérdida de los líquidos del cuerpo en poco tiempo

Factores de riesgo:

- Bebida de agua o toma de verduras y frutas sin las condiciones higiénicas adecuadas.

- Hacinamiento y pobreza.

- Desnutrición

El tratamiento adecuado y suficiente de forma general es la solución de sales de rehidratación oral de la Organización Mundial de la Salud, aunque en las ocasiones en las que la deshidratación es muy acusada, es necesaria la reposición intravenosa de los líquidos y solutos perdidos.

Si no se dispone de ese preparado puede elaborarse una solución similar de un modo sencillo mezclando cinco gramos de cloruro sódico (una cucharadita de sal común), cincuenta gramos de arroz precocinado o cuarenta gramos de sacarosa en un litro de agua potable. El potasio se repone con un zumo de limón, agua de coco o similares.

Sólo en los casos muy graves se deben utilizar antibióticos, siendo la tetracilina el fármaco de elección, siempre bajo control médico.

Son necesarias medidas de salud pública, como abastecimiento de agua limpia, instalaciones adecuadas para la eliminación de aguas fecales, mejora del estado de nutrición de la población y cambios en las normas de manipulación y conservación de los alimentos. No tiene ninguna utilidad el tratamiento colectivo sistemático con antibióticos o la profilaxis masiva.

Las medidas individuales de prevención más eficaces son las siguientes:

- Cocer los alimentos completamente y consumirlos aún calientes.

- Evitar que los alimentos cocinados entren en contacto con los alimentos crudos para que no se contaminen, así como con el agua o el hielo, moscas, superficies contaminadas, cubiertos sucios y otros.

- No comer frutas ni verduras crudas sin mondarlas en el momento del consumo, ni dejarlas expuestas.

- Medidas habituales de higiene que no hay que descuidar, como lavarse las manos antes de tocar cualquier alimento.

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