En todo proceso de planificación de la transportación hay dos etapas básicas: 1) establecer la demanda para un nivel y calidad de servicio dados y 2) elaborar un plan de acción capaz de satisfacer esa demanda. La primera es un estudio de las necesidades, la segunda es un estudio de los medios. Las técnicas que aquí se describen se emplean mucho en la planificación del transporte urbano; pero son aplicables también a nivel regional y estatal.
El proceso de planificación varía en sus detalles según la finalidad del estudio, el tipo y tamaño de la comunidad o área de estudio. La figura muestra, en secuencia gráfica, los pasos que se siguieron al efectuar el estudio de la transportación en el área de Chicago.
Si las autoridades ejercen control sobre el usuario y el vehículo, facilitando sus viajes, deben conocer cuales son sus deseos básicos de movimiento; cual es la demanda de traslado; de donde viene y adonde va.
La incógnita se despeja mediante el estudio específico de la ingeniería de tránsito denominado “Origen y Destino”. En pocas palabras, este estudio se reduce a conocer del usuario su punto de partida y su destino inmediato. A veces también se determina el propósito del viaje. Este estudio es un complemento indispensable de los estudios de planificación vial.
FIGURA El proceso de planificación.
En una red de caminos se realiza el estudio sobre aquellas rutas que será necesario analizar para determinar la construcción de una nueva ruta o el mejoramiento de una de las existentes. En las poblaciones, en la mayoría de los casos, el estudio se concentra sobre las arterias principales que conducen al distrito comercial.
Los datos que se recopilan sirven para 1) establecer la demanda y el uso actual en materia de transportación y 2) tener una base que permita proyectar la demanda futura.
La demanda se determina de acuerdo con las características de la población, los usos de suelo y la cantidad de actividad a que dan lugar esos dos elementos. La demanda puede ser también una función del tiempo de viaje, por lo cual se relaciona, en parte por lo menos, con la tecnología del sistema de transportación que esta en uso o que se planea. Es preciso establecer un banco de datos a partir del cual se pueda determinar la demanda presente y futura.
La población total se determina tanto para toda el área de estudio como para cada zona o zona habitada establecida dentro del área. Es necesario saber la densidad de población, cómo está concentrada y el nivel de densidad lejos del núcleo urbano. La edad, la raza y la situación económica de la población, aunque no siempre se utilizan, contribuyen a que la información sea útil. Las fuentes de información comprenden las cifras que proporcionan los censos, los directorios de la ciudad y la entrevista domiciliaria, que se explicarán más adelante.
En cualquier área de estudio, sea una zona urbana, toda una ciudad, una región o un estado, la intensidad y el tipo de uso del suelo proviene de una combinación de factores interrelacionados. Ver figura.
1. EI ritmo de crecimiento y actividad del área o región de la cual forma parte el área de estudio.- Una región situada dentro de un departamento refleja hasta cierto punto el desarrollo económico, agrícola y social del departamento al que pertenece. Estos factores son externos o exógenos.
2. La intensidad del desarrollo de la propia área de estudio.- La población, la clase y el ritmo de actividades son a su vez funciones de:
· Las anteriores políticas de desarrollo y tasas impositivas.
· Las características naturales del suelo: clase de terreno, productividad, recursos naturales, clima.
· Servicios para uso del suelo: suministro de agua y energía, instalaciones para eliminación de desperdicios, zonificación y restricciones ambientales.
· La red de transportes.
Los usos del suelo representan centros de actividad y sirven como generadores de tránsito en cantidades que dependerán de la clase de intensidad del uso. Las áreas residenciales pueden generar hasta el 40 ó 50 por ciento del total de viajes; pero las áreas de trabajo industrial y comercial, las escuelas, las iglesias, los hospitales y los lugares de entretenimiento y diversión también generan actividad y por lo tanto tránsito. Las áreas asociadas con cada uso del suelo se deben identificar en cuanto a ubicación, extensión e intensidad del uso. La intensidad del uso se puede relacionar con el número de personas por kilómetro o hectárea cuadrada, con los metros cuadrados de espacio que por cada unidad de área de suelo se destinan a un propósito particular, con el numero de empresas que funcionan (por ejemplo, ventas al menudeo y tipos de manufacturas) o con la cantidad de producción (digamos, de los procesos de fabricación) por unidad de suelo. El suelo destinado a fines de transportación se incluye también, lo mismo que los espacios comunes como parques y edificios públicos.
La demanda futura se tiene que determinar a la luz del desarrollo y los futuros usos del suelo. Esto requiere ya sea suposiciones simplificadoras (por ejemplo, que los futuros usos de suelo seguirán en igual proporción) o modelos de uso del suelo que indiquen los usos futuros y el impacto de la transportación en esos usos. El primer procedimiento es empírico, tal vez injustificado y por lo tanto carece de precisión. El segundo es complicado, costoso y exige elementos de los que puede ser difícil obtener información exacta.
FIGURA Factores de desarrollo del uso del suelo.
El número total de viajes que genera cada uso del suelo se determina a través del propósito, destino, edad y situación económica de quien realiza el viaje, la hora del día, el medio que utiliza y la ruta que sigue, determinando todo ello mediante alguna forma de cuestionario o entrevista domiciliaría.
Se identifican y cuantifican todas las instalaciones de transporte disponibles. El número de automóviles y su uso (que se pueden saber mediante las ventas de gasolina o por medio de entrevistas domiciliarias), las calles y autopistas con su anchura, capacidad, semaforización, políticas de estacionamiento y capacidad de los lotes, el número de autobuses y su capacidad, rutas y horarios, las líneas de servicio rápido y los horarios y rutas de servicio local, así como, el material rodante son datos necesarios para la asignación de tránsito y el diseño de soluciones.
Estos datos comprenden el simple recuento del volumen de automóviles, autobuses y trenes que circulan por el área y dentro de las zonas individuales, por modalidades. Las características de demanda máxima; es decir, las horas de densidad máxima del flujo se deben determinar anotando la cantidad de flujo que se produce en esas horas. El origen y destino del flujo de tránsito y las cantidades que se mueven de una a otra zona, por modalidad y por ruta constituyen la base del planeamiento. Los datos de origen‑destino (O‑D) se pueden obtener de algún organismo estatal o de otros estudios; pero se han de considerar inseguros si tienen más de cinco años de antigüedad. Nuevamente se puede recurrir a la entrevista domiciliaria, complementada en algunas localidades especiales por los cómputos de circulación y clasificación. En la fase de asignación del tránsito se necesitarán los tiempos de viaje por las diferentes rutas.
Habrá que establecer las tasas de crecimiento de la población, el desarrollo del uso del suelo, la evolución del transporte público, el aumento del número y los usos del automóvil y cualesquiera otros factores especiales que contribuyan a las tasas de crecimiento o a la introducción de cambios. Estos datos históricos son útiles para dar perspectiva a la demanda actual, señalar sus tendencias y proyectar los niveles futuros.
La información anterior, recopilada en notas y cuestionarios, constituye un conjunto difícil de manejar. Se tiene que resumir para facilitar su estudio y análisis. En el caso de las pequeñas comunidades se puede clasificar a mano y representarse en tablas, en mapas o en cuadros del área de estudio que son una forma de contabilidad grafica. Las calles y las vías férreas se representan con líneas de diferente grosor (o color) que indican las capacidades. Una concentración de puntos (de colores diversos) puede indicar la ubicación y la densidad de la población. Los usos del suelo por lo general se indican mediante colores, cuadriculas o sombreados. El futuro del tránsito y su distribución se pueden indicar, entre los puntos de origen y destino, por medio de líneas cuyo grosor corresponde al volumen de demanda o indican los volúmenes en las diversas rutas: calles, autopistas o vías férreas con una línea del grueso apropiado.
Sin embargo, el conjunto de datos por lo general es tan voluminoso que solo con la ayuda de la computadora es posible compilarlo, manipularlo y analizarlo en forma debida. En el caso de las grandes ciudades no hay otra manera de manejar la información, aunque probablemente se recurrirá también a la contabilidad grafica igual que en las áreas reducidas. El equipo actual de procesamiento de datos es capaz de presentar cierta información en forma tridimensional.
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