Cada placa se mueve como una unidad coherente con respecto a las otras placas (ver fig.). Aunque el interior de las placas pueda deformarse, todas las interacciones entre ellas se producen a lo largo de sus límites o bordes. De hecho, los primeros intentos para esbozar los límites de las placas se realizaron localizando los epicentros de terremotos. El trabajo posterior demostró que las placas están unidas por distintos tipos de límites, que se diferencian por el tipo de movimiento que exhiben. Esos límites, son los siguientes:
Ø Limites divergentes (spreading).- Estos límites se presentan donde las placas se separan, lo que produce la ascensión del material del manto para crear nuevo suelo oceánico.
La expansión de las placas (divergencia) se produce fundamentalmente en las dorsales oceánicas. Conforme las placas se separan, las fracturas creadas se rellenan inmediatamente con roca fundida que sube desde la astenósfera inferior. Este material caliente se enfría lentamente hasta formar roca dura, produciendo nuevas franjas de fondo oceánico. Esto ha sucedido una y otra vez a lo largo de miles de millones de años, formándose así millares de kilómetros cuadrados de nuevo fondo oceánico.
Además, a lo largo de los limites divergentes, donde emergen las rocas fundidas, el suelo oceánico esta elevado. Estas dorsales se extienden por todo el mundo a lo largo de 70.000 kilómetros cruzando todas las principales cuencas oceánicas.
Conforme se va formando nueva litosfera a lo largo de la dorsal oceánica, esta litosfera se aleja lentamente, aunque sin cesar, del eje de la dorsal. Por tanto, empieza a enfriarse y a contraerse, incrementando con ello su densidad. Esto explica en parte la mayor profundidad a la que se encuentra la corteza oceánica, más antigua y fría, de las cuencas oceánicas profundas.
Además, el enfriamiento hace que aumente la resistencia mecánica de las rocas del manto situadas debajo de la corteza oceánica, con lo que aumenta el grosor de la placa litosférica. Dicho de otra manera, el grosor de la litosfera oceánica depende de la edad. Cuanto mas antigua (y fría) es, mayor es su grosor.
Ø Limites convergentes.- Estos límites se presentan donde las placas se aproximan, lo que tiene como consecuencia la subducción (consumo) de la litosfera oceánica en el manto. Se define por su movimiento del sentido contrario (choque). Se trata de destrucción de corteza con deformaciones y posible orogénesis.
Aunque se esta añadiendo constantemente nueva litosfera a las dorsales oceánicas, el planeta no aumenta de tamaño: el área de su superficie se mantiene constante. Para acomodar la litosfera recién creada, las placas oceánicas más antiguas vuelven al manto a lo largo de los límites convergentes. Conforme dos placas convergen lentamente, el borde anterior de una de las placas se dobla hacia abajo, lo que permite que se deslice por debajo del otro.
Las regiones donde la corteza oceánica esta siendo consumida se denominan zonas de subducción. En ellas, conforme la placa que se hunde se desplaza hacia abajo, entra en un ambiente de presión y temperatura elevadas, de manera que algunos materiales subducidos, así como cantidades más voluminosas de la astenósfera, se funden y migran hacia arriba.
Ø Limites de falla transformante.- Estos límites se presentan donde las placas se deslizan una con respecto a la otra sin producción ni destrucción de litosfera. Estas fallas son paralelas a la dirección del movimiento de las placas y fueron descubiertas por primera vez en asociación con las dorsales oceánicas.
Aunque la mayoría de las fallas transformantes está localizada a lo largo de las dorsales centro-oceánicas, unas pocas atraviesan los continentes. La falla de San Andrés, en California, tan propensa a los terremotos, es un famoso ejemplo. A lo largo de esta falla, la placa del Pacífico se mueve hacia el noroeste, más allá de la placa Norteamericana.
El movimiento a lo largo de este límite no pasa desapercibido. Conforme estas placas se deslizan una al lado de la otra; la tensión se acumula en las rocas situadas en lados opuestos de la falla.
A veces, las rocas se rompen, liberándose energía en forma de un gran terremoto, como el que devastó San Francisco en 1906.
Ø Limites conservadores.- Si la corteza continental se ubica junto con la corteza
oceánica sin movimientos relativos, se habla de un limite conservador (como por ejemplo entre Argentina y el océano Atlántico).
Ø Limites cambiantes.- Aunque el área de superficie total de la tierra no cambie , el
área de cada placa puede disminuir o crecer dependiendo de la distribución de los limites convergentes y divergentes.
Por ejemplo, las placas Antártica y Africana están casi por completo unidas por centros de expansión y, por consiguiente, están aumentando de tamaño. Por el contrario, la placa del Pacífico está siendo subducida a lo largo de sus flancos norte y occidental y, por tato, esta disminuyendo de tamaño.
Fig. Tipos de límites entre las placas de la corteza terrestre.
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