Dentro del tema de la protección de las estructuras metálicas de superficies, son muchas las herramientas indicadas para atenuar el efecto del calor en las piezas. Cuando estas piezas se encuentran cerca de los focos de calor su comportamiento mecánico cambia.
¿Cómo podemos proteger las estructuras ante el fuego?
· Con pinturas Intumescentes: esta pintura es aplicada entre medio de la primera capa y la última del acabado, esta no modifica las dimensiones ni la geometría de los elementos protegidos. Pero presenta la desventaja de no ser muy eficaz, ya que la estructura al estar en contacto por 50 minutos con el fuego pierde su estabilidad. Por ello el uso es muy limitado.
· Morteros Ignífugos: estos morteros son compuestos por ligantes hidráulicos, son áridos ligeros compuestos lana mineral y aditiva especial. Permite mayor estabilidad llegando hasta 4 horas con resistencia ante el calor de la llamas. Su acabado puede ser liso o riguroso.
· Placas rígidas de revestimiento: este tipo de protección contra el fuego es basado en paneles de silicato cálcico, estos son muy livianos y fáciles de manejar. permiten la creación de alojamientos en su interior para que se quede el perfil. El espesor y la cantidad que capas que se le aplicará, determina la estabilidad al calor de las llamas. El tiempo que se ha comprobado como máximo en este caso de placas rígidas de revestimiento es aproximadamente de 3 horas de exposición al fuego.
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