Estos se usan en las uniones de estructuras metálicas, pero son más resistentes que los tornillos ordinarios, los calibrados. Se llaman también tornillos “AR” estos son apretados de tal manera que se ejerce una gran presión y así aprovechar esta reacción que se da por rozamiento donde se trasmite el esfuerzo de los perfiles unidos.
Estos tornillos los caracteriza el agujero pequeño que necesitan para introducirlos en las piezas que se van a unir, para luego tensarlos con las tuercas, así se produce una presión importante entre las superficies de contacto.
El esfuerzo que se da en los vástagos o tornillos son trasmitidos por los elementos que juegan un papel importante en el rozamiento, mientras que se puede decir que el vástago del tornillo queda por atracción axil, y por torsión a consecuencia del momento de apertura que se le aplica.
Si se ejerce mayor presión de la que se necesita, puede ser que se sobrepase la resistencia del rozamiento. Si esto llega pasar los vástagos suelen tener un rozamiento con los agujeros, si bien es cierto que no pasa nada por la alta resistencia de los tornillos, no es bueno que ocurra.
Si se llega a sobre pasar la elasticidad de los materiales puede dar como consecuencia el desaparecimiento del pretensado de los tornillos. Aunque este caso igualmente se puede dejar como despreciado.
Es importante que siempre se emplea en medio de la unión las arandelas bajo la cabeza, y bajo la tuerca, estos serán de espesores acordes a los tronillos empleados.
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